…Y llegué a La Malagueta. PULSE PEATON, pulso; ESPERE VERDE, espero. Cruzo la avenida: la Avenida Cánovas del Castillo. Dirijo mis pasos hacia la pizzería. Voy andando ligero. "¿Qué hora será?". Saco el móvil del bolsillo derecho del pantalón. "Las doce y veinte". Tuerzo a la derecha hacia la calle Reding; hacia la puerta de la cocina. La persiana está cerrada. "Seguro que han llegado ya Ramón y Fátima". Veo a Rafael asomado, de pié en el umbral de la puerta del local, fumando, observando atentamente la calle, como el sheriff de un poblado del lejano Oeste que controla desde el saloon el tránsito de los caballos y diligencias en busca de algún forastero sospechoso. Me ve y se acerca a mi. "Viene en busca de los periódicos, hoy sólo cogí el 20 minutos".
-Hola Rafael – saludo.
-¿Hay material Salva?.
-Algo hay…algo hay – le respondo, enseñándole la bolsa que llevo -. Sólo el 20 minutos…
-Bueno es…
Entro en la pizzería. Ahí están: Ramón y Fátima. Charlando en una de las mesas del salón comedor. Huele a fritanga…
-Hola – digo sin mirarlos, subiendo raudo la escalera.
-Hola – oigo tras de mi.
Me pongo el uniforme y bajo a la cocina. Veo que ambos ya se han puesto a trabajar. Ramón ha puesto varias bolsas sobre la mesa de trabajo. Me acerco. Me mira.
-¡Mira Salva! – dice.
Saca de una de las bolsas una lata de conservas de color amarillo mostaza con forma elípitica. "Filetes de caballa con salsa de mostaza", leo. Alargo el brazo y me pone la lata en la mano. Miro la lata por encima, por debajo, por los laterales, rotándola.
-Nunca había visto esto…filetes de caballa en salsa de mostaza…-digo.
-…¡Y mira! – dice.
Saca de la misma bolsa un paquete, de esos transparentes al vacío, de lacon y me lo muestra alzando el brazo.
-Lacon…- digo.
-Sí – afirma -…¡y mira!.
Ahora coge un lío de aluminio, algo liado con papel de aluminio. Lo desenlía y me lo acerca a la cara. "Empanadillas fritas, ¡con razón olía a fritanga"…
-Empanadillas – dice -…¡pero de carne! – me aclara.
Un mensaje recibido. 15:15. Es Beatriz. Lo abro:
"el parte dice que el jueves llueve y que los mayores de 40 años buscan ligoteo por internet"
-¡Moisés!, ¡entrénate para esta noche!.
-La revancha, ¿no Salva?.
Ayer jugamos dos partidas de ajedrez y gané las dos.
-La revancha Moisés.
Tira de la persiana de la puerta principal hacia abajo y echa las llaves. 16:35. Nos despedimos (hasta luego).
MIENTRAS TODO AVANZA 